Imagina que te despiertas en la mañana de tu cumpleaños. El aire huele a panecillos recién horneados; abajo, tus padres están preparando el desayuno. Te pones las zapatillas, bajas corriendo las escaleras y descubres algo grandioso, de colores vivos, en el salón. Algo mucho más grande que tú. Ves una estructura de QUADRO por primera vez en tu vida.
Eso fue lo que le ocurrió al pequeño Henry en su cuarto cumpleaños, hace casi cuarenta años. El parque infantil apareció como por arte de magia en el salón de su casa; Henry se quedó bastante sorprendido, maravillado.
No tardó en emocionarse. Se subió a la estructura innumerables veces ese día, no se cansaba de ella y jugó con ella durante años. Ya de adolescente, le encontró una nueva utilidad a su QUADRO, transformándolo en una mesa con sillas.
Según la tradición familiar, Henry y sus padres reconfiguraban el QUADRO cada seis meses, dependiendo de si estaría en el jardín durante el verano o en el interior durante el invierno. Jugaban con el MiniQuadro, reinventándolo temporada tras temporada. Esta tradición continúa hasta hoy, solo que ahora es William, el hijo de Henry y Betty, quien juega en el QUADRO.
William se emociona cada vez que llega a casa de la guardería, exclamando al entrar: "¡Deslízate, deslízate!". Nadie puede sentarse en su tobogán, ni siquiera su padre. Si lo hace, William, de 22 meses, gimotea "Papá, por favor" hasta que su padre se va.
La familia reside en Inglaterra. QUADRO se introdujo allí el mismo año que en Alemania: hace ya más de 40 años. Incluso hay programas de televisión para niños en los que se ve un montaje de QUADRO de fondo. Betty reconoció QUADRO de inmediato cuando Henry le contó sobre el parque infantil negro y rojo que sus padres habían guardado en el desván. Ella misma había experimentado con QUADRO en la guardería, donde había un enorme centro de juegos en el que los más pequeños pasaban horas y horas. El recuerdo de aquellos días felices en el parque infantil está firmemente grabado en su memoria.
Se alegró mucho cuando Henry le propuso construir un parque infantil para el bebé con QUADRO. Habían explorado varios parques infantiles prefabricados, pero no estaban satisfechos, ya que no querían un producto que tuviera que desecharse tras un breve uso. Fue una grata sorpresa cuando Henry descubrió, durante su búsqueda en Internet, las posibilidades que QUADRO ofrece hoy en día a las familias con niños. Experimentó con el programa informático QUADRO, sus padres trajeron el viejo QUADRO del desván y así nació el parque infantil para el pequeño William.
Ahora que su hijo es mayor, la estructura se ha convertido en un tobogán. Betty está encantada porque los componentes de QUADRO, que tienen casi cuatro décadas, siguen siendo tan estables y robustos como cuando ella era niña. ¡Y después de todos estos años! Está contenta de que ella y su esposo hayan podido pasar un juguete tan maravilloso a la siguiente generación, ¡sin mencionar el aspecto ecológico!
¿Y William? Está feliz de todas formas y ya está bastante emocionado por saber cuándo volverán a reconfigurar la estructura la próxima vez. Nosotros compartimos su alegría, y quizá tengamos noticias de las nuevas construcciones en el futuro.
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