¿También tienes un pequeño trepador en casa que no para de subirse a los muebles? A los niños les encanta subirse a las cosas y trepan a todo lo que se les pone en medio: el sofá, la estantería, la mesa de la cocina. Esto no es casualidad, simplemente la evolución nos ha hecho así. Además de correr y saltar, trepar es una de las formas naturales del movimiento humano, sólo que hoy en día los adultos apenas necesitamos hacerlo. No obstante, el «músculo de trepar», que aún es visible en la muñeca para la mayoría de nosotros, nos recuerda que podríamos hacerlo. El músculo palmar largo es un auténtico resto de los ancestros genéticos de los humanos y los simios. Por otro lado, el impulso de trepar también lo llevamos en nuestros genes.
Por eso, es tan bueno para nuestros hijos: les mantiene en forma (también mentalmente), les facilita la socialización y ofrece muchas más ventajas que iremos desgranando a lo largo del artículo. También te daremos información sobre qué tener en cuenta a la hora de comprar un juego de trepa, dónde y cómo montarlo; y cómo hacer que tus hijos disfruten al máximo.
Sanos y en forma
Los juegos de trepa se pueden ver ya en casi todos los parques infantiles públicos y hacen posible que los niños practiquen una extensa variedad de movimientos: los pequeños hacen gimnasia, saltan de losa en losa, se suben a distintas estructuras, se columpian de barra en barra, hacen equilibrio sobre ellas o bien se dejan colgar sin más. Si te fijas en lo bien que se lo pasan en el parque infantil, seguro que querrás un juego de trepa para tu propio jardín o terraza, o incluso para el interior de tu casa. En este caso, probablemente el juego de trepa será un poco más pequeño que el del parque infantil, pero ¡ojo!, en principio su estructura puede ser realmente compleja y ofrecer las mismas prestaciones, siempre que dispongas de suficiente espacio, claro :-)
Mientras los niños juegan y brincan durante horas en el parque infantil, hacen mucho por su salud sin darse cuenta. El ejercicio, en general, garantiza la formación de una estructura ósea sana, entrena los músculos y los tendones, favorece el metabolismo y estimula la circulación. Además, fortalece el corazón y los pulmones, especialmente si es al aire libre. Las complejas secuencias de movimiento que realizan así los niños promueven:
• la motricidad fina y deportiva,
• la coordinación,
• el sentido del equilibrio y balanceo,
• el control y percepción de su propio cuerpo,
• los reflejos,
• la orientación espacial,
• la habilidad de reconocer y crear formas,
• la economía de recursos al usar solo las piezas disponibles,
• la capacidad de razonamiento espacial y
• la coordinación de colores.
Los cuatro últimos puntos sólo se aplican a los juegos de trepa modulares, es decir, los que se montan con piezas individuales. Para ello, los niños tienen que imaginarse de antemano el aspecto que tendrá la estructura que van a construir, y también pensar qué tubos van a montar y de qué manera. El hecho de que las piezas individuales sean de diferentes colores supone también un reto adicional. En este caso, hay que unirlas como se muestra en el dibujo de la construcción, lo que fomenta la coordinación de colores. Aunque acaben juntando los colores como les apetece.
La naturaleza lo ha dispuesto de tal forma que el cuerpo de los niños está diseñado para moverse mucho: sus huesos son más blandos y no se rompen tan fácilmente. Las heridas se curan antes porque el timo, glándula especialmente grande en los niños, segrega moléculas llamadas péptidos que, por un lado, aceleran la cicatrización de las heridas y, por otro, aseguran una reparación permanente del organismo infantil. Y menos mal que es así; habrás notado que las ligeras caídas no parecen hacer mella en nuestros pequeños aventureros: enseguida vuelven a levantarse y a intentarlo de nuevo, siempre en busca de nuevas y emocionantes experiencias.
Trepar les pone contentos
La falta de ejercicio, desgraciadamente muy extendida hoy en día, provoca estrés infantil, un mal estado de ánimo, agresividad, ansiedad, inseguridad en uno mismo, fatiga y dificultad de concentración. Por todo esto es tan importante que animes a tus hijos a moverse mucho y a menudo. Un buen estímulo para ello puede ser un juego de trepa en tu casa o jardín.
Pero, ¿por qué es tan bueno el ejercicio para los más pequeños? En primer lugar, proporciona a su cuerpo más oxígeno, lo que permite que el cerebro se desarrolle más fácilmente, y a su vez lleva a obtener mejores resultados en la escuela. Según los estudios, los niños que hacen suficiente ejercicio logran concentrarse mejor, están más atentos, son más receptivos y más resistentes, y hasta pueden recordar mejor las cosas. Se sabe que las nuevas experiencias estimulan la formación de nuevas conexiones neuronales en el cerebro.
Dado que las habilidades motrices y lingüísticas están relacionadas entre sí, trepar promueve también el desarrollo del lenguaje. Por ejemplo, se sabe que el centro del habla está vinculado al centro de control motor fino del cerebro. En consecuencia, los expertos suponen que los niños que hacen mucho ejercicio desarrollan más la competencia lingüística que los adictos al sofá. Sorprendentemente, trepar puede llegar a mejorar el aprendizaje de las matemáticas. Los investigadores creen que un buen control corporal y una orientación espacial segura pueden mejorar también la orientación en otro tipo de espacios, como el del cálculo numérico.
Las actividades al aire libre, como trepar en el jardín de casa, ayudan a reforzar el sistema inmunitario de los niños en general. En la llamada fase oral, que suele comprender el periodo entre el primer y el segundo año de vida, los niños pequeños se llevan a la boca todo lo que encuentran a su alcance. Esto significa que entran en contacto con bastantes gérmenes y bacterias, aunque eso no es nada grave, sino todo lo contrario: estos microorganismos fortalecen el sistema inmunológico infantil. Jugar al aire libre, en un ambiente no tan estéril como en casa frente al televisor, cumple una función similar.
Basta con observar a niños brincando en un juego de trepa para oír sus carcajadas y risas. En comparación con los adultos, los niños se ríen 30 veces más al día, y esto no sólo tiene un efecto positivo en su sistema inmunitario, sino también en su estado de ánimo general. Al reírnos, nos volvemos más relajados y ligeros, simplemente nos sentimos bien. Cuando hacemos ejercicio, el cuerpo libera una especie de droga natural: las endorfinas, también conocidas como las hormonas de la felicidad. Se les llama así porque reducen el estrés, el miedo y la agresividad y mejoran el ánimo. En consecuencia, los niños que escalan se sienten bien con su cuerpo. Debido a la liberación de endorfinas, incluso sienten menos dolor. Los niños inquietos se vuelven más equilibrados y tranquilos, lo que hace que sean personas más agradables en todos los aspectos.
El placer de crear algo con los amigos
Los niños que pueden jugar y trepar al aire libre hasta saciarse suelen ser más abiertos de mente y emocionalmente inteligentes, en comparación con los que prefieren quedarse tumbados en el sofá. Un juego de trepa en casa o en el jardín se convierte automáticamente en un lugar de encuentro para los niños del barrio y los compañeros de preescolar, o más tarde del colegio. Así, se crean vínculos importantes y los niños desarrollan habilidades sociales. Como demuestran los estudios, las amistades favorecen el desarrollo de la identidad del niño y aumentan la confianza en sí mismo, lo que después facilita a los adolescentes afrontar los retos cada vez más difíciles que se les presentan en la vida. Cuando los niños planean y construyen su propio juego de trepa, aprenden a su vez lo que significa trabajar juntos y cooperar en equipo. De esta forma, establecen el telón de fondo para recrear sus escenas favoritas, que han observado en Internet, en la televisión o en la vida real.
Los juegos de rol ocupan un lugar importante en la vida de los niños. No sólo es fascinante representar el papel de un pirata con capa y espada, de una bella princesa o de un diligente camarero; sino que este tipo de juegos cumple, además, muchas otras funciones y resulta esencial para el desarrollo de los niños. No sólo estimula la imaginación y la creatividad, también fomenta la inteligencia, ya que los niños desarrollan sus habilidades comunicativas y sociales cuando juegan en grupo. Jugando aprenden a defender sus opiniones, a buscar soluciones juntos cuando surge un conflicto, o a tomar partido por un niño que puede estar en desventaja. Esto les ayuda a desarrollar su capacidad de empatía. Ven el mundo desde diferentes perspectivas, pueden empatizar con determinados puntos de vista y, por tanto, entrenan valores como la tolerancia y la consideración con los demás. Por si fuera poco, adquieren una mejor comprensión del mundo de los adultos (pronto empiezan ya a surgir las primeras aspiraciones profesionales) y, al recrearlos, pueden procesar mejor los acontecimientos cotidianos. El juego de roles es una forma divertida de aprender que, a veces, hay que atenerse a los acuerdos con los demás para que algo funcione. Y aunque el juego de trepa no se parezca exactamente a una estación espacial, no te preocupes, los niños creerán que están en una, ya que tienen una imaginación desbordante y pueden hacer maravillas con los recursos más sencillos.
¿Qué tipos de juegos de trepa existen?
Además de las grandes estructuras de los parques infantiles, afortunadamente también existen algunos para montar en casa o en el jardín que ofrecen a los pequeños escaladores ventajas similares. La primera buena noticia es que los juegos de trepa no sólo están ahí para subirse a ellos; también pueden ampliarse gracias a varios elementos adicionales. Imagínate lo divertido que es, después de subir a una pirámide de escalada, tirarse por el tobogán adosado y aterrizar en una alfombra o en una piscina de bolas. Si está en el exterior, puedes aterrizar en el césped o incluso en un cajón de arena, que puedes colocar debajo. O aún mejor, ¡en una piscina! La construcción puede completarse con un columpio, cuerdas de escalada o tal vez un pequeño de rocódromo, incluso una torre de escalada. Algunos fabricantes venden también toldos o velas de sombra para protegerse de la lluvia o el sol.
Lo importante es que elijas un juego de trepa adecuado al tamaño y la edad de tus hijos. Muchos modelos están diseñados para que puedas hacer cambios en el armazón a medida que tus hijos vayan creciendo y desarrollando sus habilidades. Los juegos de trepa modulares son especialmente prácticos: son fáciles de montar y desmontar, por lo que pueden utilizarse en el exterior en verano y en el interior en invierno. Puedes desmontarlos y volver a montarlos con tu hijo, si llega a aburrirse de tanto jugar. Pero, sobre todo, las construcciones tienen en cuenta el ritmo del desarrollo de tus hijos, ya que pueden ampliarse tanto en anchura como en altura (aquí sólo de forma limitada - más adelante hablaremos de ello).
¿Qué materiales hay disponibles?
Metal
Por regla general, los elementos individuales de un juego de trepa son de plástico o de madera. Los juegos de trepa metálicos son poco frecuentes hoy en día, tanto en el jardín como en los espacios públicos, ya que adquieren la temperatura ambiente con especial rapidez. Se calientan o se enfrían mucho y, por tanto, suponen un peligro potencial para la aún delicada piel de los niños. Además, apenas amortiguan los golpes y caídas. Otra propiedad poco atractiva de las estructuras metálicas es que pueden acabar oxidándose, especialmente si se desprende el lacado protector o se daña la aleación. Si ocurre esto, los juegos de trepa metálicos oxidados deben desecharse inmediatamente.
Madera
Al igual que el metal, la madera tiene unas propiedades de amortiguación limitadas. Por otro lado, los modelos hechos de madera deben cumplir normas medioambientales, como que la madera se cultive de forma sostenible o que haya sido tratada sin aditivos. Lamentablemente, esto no puede evitarse por regla general, ya que una capa de pintura protege a estas estructuras de la humedad y de la lluvia. Si el agua penetra en las fibras de la madera, se empieza a pudrir, y en algún momento el armazón de madera se vuelve inestable y acaba en la basura. Sobre todo, los modelos de madera baratos suelen están impregnados con potentes aditivos químicos. Se puede saber si un juego de trepa ha sido tratado con este tipo de sustancias por el fuerte mal olor que desprenden, ya que es una de las características de los aditivos para la conservación de madera. La próxima vez que vayas a tu centro de bricolaje, olfatea uno de los marcos de madera y presta atención a si huele realmente a madera, o a otra cosa.
Otra desventaja es que incluso los modelos de madera de alta calidad suelen presentar asperezas. Un rasgo característico es la formación de grietas, de las que pueden desprenderse astillas que, como es sabido, aumentan el riesgo de lesiones. En resumen, recomendamos comprobar periódicamente si tu juego de trepa de madera presenta asperezas, y de ser así, alisarlas y suavizarlas con papel de lija o una lijadora.
Material sintético
Primero, una advertencia: No todos los materiales sintéticos son iguales. Por eso, es importante averiguar de antemano qué características tiene el producto, y sólo comprar aquel que cumpla las más estrictas normas de calidad y sea completamente seguro para la salud. La principal ventaja del plástico es su durabilidad: los productos de calidad pueden llegar a utilizarse durante generaciones, lo que los hace especialmente sostenibles. Como el diseño suele ser más bien atemporal, es habitual que los juegos de trepa sintéticos sean bien acogidos por los niños de la siguiente generación. Otra gran ventaja es que los productos de plástico son de mantenimiento fácil. ¿Cuántas veces los niños agarran los columpios con las manos sucias de mermelada o salsa? Pues eso. Con un modelo de plástico puedes estar tranquilo, porque los restos de comida se eliminan fácilmente con agua. Las construcciones en el exterior resisten sin daños el mal tiempo, el barro y la lluvia. En este caso, las manchas también pueden limpiarse con agua, por ejemplo, con una manguera de jardín o un limpiador de alta presión. Una clara ventaja es que el plástico no absorbe el agua, por lo que puedes volver a llevarte el juego de trepa a casa después de utilizarlo en el jardín sin que deje una mancha de suciedad en la alfombra recién limpia... Los modelos de plástico de alta densidad, a diferencia de los de madera, no absorben los olores del exterior, lo que vuelve su uso adecuado para interiores.
Los materiales sintéticos de alta calidad presentan un acabado suave sin esquinas ni bordes afilados. Además, no son necesarios los tornillos o tuercas de acero que se utilizan en los modelos de madera, ya que se montan con sistemas sencillos de ensamblado, por lo que no se necesitan tapas protectoras para cubrir molestas piezas metálicas. En caso de caídas y golpes, los tubos y las placas de plástico ceden ligeramente y luego vuelven a su posición original, como si no hubiera pasado nada.
Asegúrate de que los productos de plástico son resistentes a sustancias ácidas y básicas; así sobrevivirán especialmente bien al verano en una piscina. También deben tolerar bien la radiación UV para que no pierdan el color antes de tiempo. Puedes comprobar si el material sintético del que está hecho tu juego de trepa lleva protección contra los rayos UV y un concentrado de color (un polímero usado para colorear plásticos). Ambas aplicaciones hacen que la estructura sea más duradera; los fabricantes que ya han tenido en cuenta estos aspectos suelen ofrecer una larga garantía.
Certificación de calidad
Recomendamos comprar sólo productos aprobados para los más pequeños. Lo mejor es orientarse por sellos de certificación como la marca GS, que otorgan entidades alemanas como TÜV, DEKRA, SGS o Intertek, tras haber confirmado la capacidad de carga, la estabilidad y también el acabado del juego de trepa y que, por tanto, cumple con la normativa de pruebas del marcado CE. En cuanto al acabado, se comprueba, entre otras cosas, que el juego de trepa no tenga bordes afilados y que la madera haya sido lijada de manera apropiada. Además, se examina el embalaje, las instrucciones de montaje y la documentación técnica del producto, así como los lugares de producción o fabricación y, por supuesto, todos los detalles de la mecánica, el diseño, etc.
Advertencia: Un sello CE no tiene una validez absoluta, ya que el fabricante sólo confirma que ha cumplido la normativa europea de seguridad, pero esta declaración no es verificada por ningún organismo externo.
Suelo
Recomendamos instalar el juego de trepa sobre una superficie nivelada, lisa y bien compacta, para que tenga así una base estable y segura. Algunos modelos tienen anclajes adicionales en el suelo que proporcionan un soporte adicional. No construyas el juego de trepa sobre superficies duras como hormigón, adoquines o granito, ya que en caso de caídas el riesgo de lesiones es considerablemente más alto. Para estructuras de hasta 150 cm de altura, lo ideal es el césped; si son más altas, elige un suelo con mejor amortiguación, como virutas de madera, mantillo de corteza, arena o gravilla. En el interior, lo ideal es un suelo de moqueta o una alfombra antideslizante. Aún mejor son las alfombras especiales de protección contra caídas que amortiguan el impacto de tus hijos si se llegan a caer del juego de trepa. Estas alfombras deben cumplir la homologación HIC (altura crítica de caída).
Ubicación
Si instalas tu juego de trepa en el exterior, asegúrate de que hay suficiente distancia con respecto a edificios, vallas, plantaciones, caminos pavimentados u otros elementos adyacentes. Se recomienda una distancia mínima de 2 m a cualquier objeto alrededor. También para modelos de interior se recomienda la misma distancia mínima con respecto a radiadores, armarios y otros muebles domésticos. Recuerda que al instalar tu propio juego de trepa trasladas el área de juego del parque infantil a tu propio jardín o sala de estar, y tú mismo decides cómo quieres que sea la estructura que construyes y el entorno en el que se encuentra. De esta forma, no puedes evitar pensar en lo que podría constituir o no un peligro.
En verano, el juego de trepa no debe colocarse en el jardín bajo un sol abrasador, sino mejor bajo un árbol grande que dé suficiente sombra. Otra forma de asegurar la sombra es desplegar un toldo o vela suficientemente grande sobre el lugar.
No te olvides de vigilar especialmente a los niños pequeños cuando trepen. Es fundamental estar presente directamente o colocarte cerca de la estructura, donde puedas intervenir inmediatamente en caso de emergencia. Así que no lo coloques detrás de árboles u otro tipo de vegetación que te impida llegar rápido. Tampoco es buena idea colocarlo cerca de una calle con tráfico, a menos que puedas asegurarte de que los niños no podrán ir a la calle.
Altura
Por supuesto, la altura idónea del juego de trepa depende de la de tus hijos: cuanto más pequeños sean, más bajo debería ser. A medida que los niños crecen, los modelos más altos se hacen más atractivos, ya que los niños mayores pierden enseguida el interés en los juegos de trepa que son demasiado bajos. Una estructura ampliable puede crecer con el tamaño de tus hijos y adaptarse a su desarrollo, lo que hace posible que se enfrenten a nuevos retos. Creemos que 2,5 m de altura debería ser el límite de altura de construcción.
El control es bueno, la confianza es mejor, se suele decir en Alemania.
Sobre todo, debes vigilar a los escaladores más pequeños e inexpertos mientras trepan, porque son los más intrépidos. Con el tiempo te irás haciendo una idea de si todo va bien y te anticiparás a posibles peligros. Anima a tus hijos a trepar, pero no los presiones para que intenten subir más arriba de donde se sientan cómodos. Los niños suelen ser capaces de juzgar por sí mismos lo que ya saben hacer y lo que no. Es fundamental que no les traspases tus propios miedos, ya que esto les provoca dudas y falta de confianza, y acaba teniendo un impacto negativo en su vida. Así que, es mejor no alterar a tus hijos con frases como «¡cuidado, no te caigas!»; lo único que conseguirás es distraerlos para que no puedan concentrarse en sus movimientos y terminen dando un paso en falso. Deja que jueguen a su ritmo, pero estate siempre alerta y en condiciones de intervenir inmediatamente si ves que tu hijo se cree Tarzán por un momento. De este modo, también refuerzas la confianza básica de tus hijos, lo que tiene una gran influencia en su autoestima y en una actitud positiva ante la vida. Está demostrado que, así, desarrollarán una personalidad estable para toda la vida.
Conclusión
Aparte de la enorme alegría que darás a tus hijos con un juego de trepa, estarás haciendo mucho más por ellos: fomentar su desarrollo físico, mental y social. Una vez que hayas encontrado un diseño que creas adecuado para tus hijos y hayas decidido dónde lo vas a instalar, ya puedes empezar con ello. ¿Quizás será una pirámide de escalada?, ¿o mejor un barco pirata?, ¿un palacio de una princesa? Seguro que a tu pequeño trepador le va a encantar. ¡Y a tu pequeña trepadora también!
¿Quieres saber por qué hemos escrito este texto?
Porque para nosotros no sólo es importante el deber, sino también el placer. Tenemos ideas muy claras sobre cómo deben ser los juguetes realmente buenos, y no dejamos de darle vueltas a la cabeza después de terminar la producción y la distribución de nuestros productos. Pensamos mucho en lo que es bueno para los niños, y por eso, queremos que nuestros lectores se beneficien de nuestros conocimientos y experiencia, para que conozcan otros puntos de vista distintos a los que estamos expuestos cada día en nuestro mundo. Tenemos grandes planes y ya hemos empezado a poner en práctica nuestra visión sobre los juguetes realmente buenos.
Por supuesto, estamos absolutamente convencidos de nuestros productos. Y nuestra opinión no sólo la comparten institutos de certificación independientes, sino también innumerables pequeños trepadores de todos los países industrializados del mundo. Algunos de ellos seguro que tienen ya más de 40 años, porque QUADRO se fundó en 1979. Nos consta que muchos de nuestros clientes han crecido con QUADRO y nos asocian con buenos recuerdos. Muchos kits de QUADRO de los años 80 o 90 siguen utilizándose hoy en día, quizás acompañados por una pirámide de escalada o un juego de aventuras, para que la siguiente generación también pueda disfrutar de nuestros estupendos kits de construcción.
También nuestro sistema de acople patentado PLUG-IN-SYSTEM, que permite ampliar las construcciones al gusto, lleva ya mucho tiempo en el mercado. Con él, es posible construir un nuevo juego de trepa en cualquier momento y lugar diferente (dentro o fuera de casa) y, en teoría, crear un nuevo modelo cada día: así, un túnel se convierte en un laberinto, que luego se transforma en un castillo o una torre; o tal vez en una cueva, una balsa o una caja de jabón. La complejidad de las estructuras se adapta a la edad y a las capacidades de sus hijos. Los modelos QUADRO crecen con sus hijos y pueden ampliarse fácilmente, con lo que ofrecen enormes posibilidades de creación y recreación. Estas construcciones propias se convierten automáticamente en el eje de todas las aventuras de los primeros años de vida: desde los 6 meses hasta la adolescencia. Los tubos son ideales para las manos pequeñas de los niños y resultan cálidos y cómodos al tacto, pero también son resistentes para que los niños mayores puedan brincar sobre ellos sin problemas. Básicamente se puede decir: Cuantos más componentes tenga un juego de trepa, más posibilidades tendrán a su alcance los pequeños maestros de la escalada, y más retos deberán superar.
A cualquier modelo de QUADRO se le pueden añadir elementos adicionales como toboganes, rampas, baños de bolas, piscinas, redes y techos de tela. O, si lo prefieres, te pones a construir con tus hijos un vehículo fantástico que inventéis juntos. Todos los kits de construcción QUADRO son totalmente compatibles entre sí, incluso con los viejos modelos fabricados en 1979. Una gran ventaja es que se pueden reemplazar las piezas defectuosas de forma económica, a diferencia de otros fabricantes de juegos de trepa que no suelen ofrecer servicio de piezas de repuesto. Además, ponemos a tu disposición una base de datos de nuestros modelos, en la que encontrarás multitud de posibilidades y propuestas de construcción.
De esta manera, no tendrás que comprar un juguete diferente cada temporada porque el anterior se ha vuelto aburrido. Además de ser bueno para tu cartera, esta idea también conlleva un consumo sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Todos los productos QUADRO están fabricados con plástico de alta densidad que cumple con los más altos estándares de calidad. La producción, el embalaje y almacenamiento, así como el desarrollo y la distribución mundial de todos los productos QUADRO se realizan exclusivamente en Alemania. Utilizamos polietileno de alta densidad (HDPE, código de reciclaje 2) y polipropileno (PP, código de reciclaje 5). Concretamente, el polipropileno, que está formado únicamente por carbono e hidrógeno, se considera un plástico alternativo neutral, seguro y respetuoso con el medio ambiente. Los materiales que empleamos no contienen sustancias químicas nocivas como el PVC, el PAH, el BPA y aditivos plastificantes, por lo que son totalmente reciclables. Son sustancias completamente inodoras y, por lo tanto, adecuadas para su uso en interiores y al exterior .
Por otro lado, los kits de construcción QUADRO están pintados exhaustivamente para protegerlos de los efectos de la radiación UV. Esto significa que tardan mucho más en descolorarse que otros productos similares y que el material conserva sus propiedades originales durante más tiempo. También es resistente al cloro, al agua salada, a sustancias ácidas y básicas, por lo que no dudes en instalar un tobogán QUADRO en la piscina del jardín, tus hijos te lo agradecerán.
La estabilidad y durabilidad de nuestros productos es especialmente importante a la hora de garantizar su sostenibilidad. Ya sabes que los niños no son precisamente delicados con sus juguetes... Los pisan, se caen encima y tienen la habilidad de dejarlos siempre en medio para que al final tropieces con ellos. Los tubos y placas de QUADRO están diseñados para garantizar muchos años de juego, tienen un grosor considerable y pueden soportar bastante peso (los tubos hasta 100 kg, y las placas hasta 50 kg). Esta es una de las razones por las que podemos ofrecer a nuestros clientes una garantía de 6 años para toda nuestra gama de productos. Y es que nuestros juguetes no están pensados para romperse pronto y tener que volver a comprar nuevos. ¡Te lo prometemos!
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